Diomedes Diaz Haran La Historia
Ay! ayer
yo me estaba acordando
de los tiempos aquellos
cuando Diomedez tocaba
con juancho y martin maestre
contentos y alegres alla en carrizal.
yo los veia haciendo sus planes
escogiendo canciones hermosa
de compositores que muy
prontamente se irian a grabar.
¡lastima! juancho,
¡lastima! rois
en medio de una gran insinuacion
Ana sabia
y me dijo en secreto
un señor los designios
de DIOS son de DIOS
pero juancho ya estaba
buscando su propio remplazo
para su acordeon
y Diomedez tenia que encontrarlo
no era facil tenia que encontrarlo
quiza juan bautista
agachando el dedo en san juan le enseño.
¡ay! pero la vida engaña
y el corazon lo siente ¡ay!
y un guajiro acordeonero le dio
a otro guajiro el don.
cantele cacique cante con el alma
por DIOS que mi enamorada quiere oir su voz
parece una flor silvestre
en el olimpo de los dioses
que sale de mañanita llega al balcon y suspira
gano de nuevo el folclor del valle
hoy revestio de grandeza
hombre estoy contento de piez a cabeza.
¡ay! el sol tarde o temprano alumbra
y en la historia no hay duda que las cometas
jamas han volado
a favor del viento tranquilo cacique
sino en contra de el
y no es profecia pero haran la historia
solo esperan de DIOS la arrancada
ya estan en sus marcas para darle
a el lo que merecio.
gracias Franco
gracias Diomedez
en medio de una gran aclamacion
gracias, gracias
sabio alejo duran refirio
todo avance que no avance yo
pero el don de pensqar va heredando
platon a descartes
martin al cantor
concepcion loperena a consuelo
gabo lo recogio de su abuelo
gaitan de su pueblo
y asi Franco Arguelles lo de juancho rois
¡ay! pero la vida engaña
y el corazon lo siente ¡ay!
y el cantante de los pueblos
camina ya esta mejor.
cantele casique cante con el alma
por DIOS que mi enamorada quiere oir su voz
parece escultora nobel tallando una piedra fina
y que en cada sincelada
se le aparecen dos hombres
uno el cacique y un coronel
amenizando un concierto
corran no vaya ser que se queden
sin puesto
corran, corran no vaya ser que se
queden sin puesto.
en medio de una gran aclamacion
gracias, gracias